La primera forma fue el huevo. Una forma perfecta, sencilla en su pureza blanca. La vida latía en él, lo hacía palpitar, y pugnaba por salir. No se puede encerrar una vida que quiere nacer, que quiere vivir y existir.
Fue el agua la que rompió el cascarón. Al principio fueron pequeñas grietas, luego algunas gotas raudas y fugaces que resbalaron por la limpia superficie del huevo. Y por fin brotó indómita, fresca y azul. Una burbuja, en la que brillaban miles de gotas al contacto con el sol, se hinchó y se hinchó hasta elevarse por los aires, balanceándose y meciéndose en la brisa de la mañana como una trapecista en pleno clímax de libertad. Sol, agua y viento. Pero tras la ascensión imparable llegó la caída, y la burbuja descendió irremediablemente hasta estrellarse en la hierba y romperse en miles de gotas que quedaron esparcidas por la fresca hierba y el suave barro.
El barro... esa materia plástica y amable escogida por el Creador. Del barro nació él. El pequeño elefante era al principio tan sólo una criaturita apenas formada, que se retorcía luchando contra la masa de agua y polvo. Poco a poco, poco a poco, consiguió zafarse de los restos de tierra que lo cubrían y emergió del suelo, como un árbol pequeño pero fuerte. Dejó en la Tierra sus raíces y se puso de pie, no sin dificultad, orgullosamente. Se contempló a sí mismo y contempló el mundo que lo rodeaba, y echó a andar hacia un prado vecino. Llevaba la Vida con él.
Pequeño corto en Stop Motion realizado para la clase de Volumen.
Marina Ferrando, Carmen Compais y una servidora.
Yo creía que primero era el huevo y luego la gallina... no el elefante.
ResponderEliminarNo, en serio. Muy majo el vídeo. Da ganas de ponerse a hacer stop motion. Ya me contarás los detalles técnicos.
Es una técnica estupenda, la verdad. Muy sencilla y muy barata.
ResponderEliminarMartaaaaaa!
ResponderEliminarQuiero verte, pero ver estos cortos tan monos también está bien! :3
¡Cómo te lo pasas en la carrera, eh! ^^
Ola, ola, me gustan los elefantes feos.
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