El sumi-e me resulta una técnica muy agradable, por esa belleza tranquila de las tres tintas en contraste con la blancura del papel, el difícil trabajo de aprender a dominar al pincel para que haga lo que tú quieres, y por los juegos de texturas que se dan entre el papel de arroz, el pincel, la tinta y el agua...
Es además un ejercicio perfecto para un dibujante, porque te obliga a extraer de la realidad lo que es más esencial y representativo de cada persona, objeto, animal o planta... eliges qué quieres representar, lo seleccionas y lo reduces a sus formas básicas. Con una sola pincelada, un pétalo de flor. Otra pincelada, y una tela que cae con elegancia. Un movimiento de mano, y los objetos y personas surgen en el papel.
El kakemono verde de la foto es para la Expo solidaria de Mil Grullas
Menuda maravilla!!me han dejado los dos impactados!
ResponderEliminarCreo que se vendieron los dos en Mil Grullas, no lo sé. Uno seguro. Bien por Mil Grullas!
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